Entre los muchos atractivos de Mar de Santiago podemos presumir de que en nuestro territorio contamos con una fiesta declarada de Interés Turístico Internacional desde 1988. Pues como sabrás, cada primer domingo de agosto se celebra la tradicional Romería Vikinga en la localidad de Catoira.
Este año, aunque con un programa y unas condiciones diferentes a como los conocemos, también fue una cita que no faltó para los catoirenses. Y es que el espíritu de los vikingos volvió a inundar el lugar con su particular viaje en el tiempo.
Los comienzos de esta fiesta se remontan al año 1960. Su objetivo es recordar y conmemorar las invasiones escandinavas, vikingas, normandas y sarracenas a tierras gallegas. La finalidad de los invasores estaba en llegar a Santiago de Compostela a través del río Ulla y así conquistar Galicia y saquear la Catedral. Para protegerse, se levantaron las hoy en día conocidas como Torres de Oeste, y es ahí donde se escenifica el desembarco Vikingo, protagonista de esta celebración.
Así fue la Romería Vikinga en un año atípico
Aunque este año, la Romería Vikinga de Catoira se celebró sin su tradicional desembarco debido a la situación sanitaria actual derivada de la COVID-19, no se perdió la esencia que caracteriza esta fiesta. Las tres embarcaciones llegaron a las ruinas con los vikingos, pero sin asalto, sin combate y sin un amplio público que observara los ataques.
Los invasores navegaron un año más por las aguas que bañan Catoira ante un público conformado por las 200 personas que consiguieron las entradas expedidas por el Ayuntamiento. Sin duda, echamos de menos el tradicional desembarco, pero estuvimos expectantes ante su llegada a tierra.
La fiesta siguió con unos pasacalles de vikingos para animar el ambiente ante la llegada de Baiuca, músico original de Catoira que actuó a media mañana en las Torres de Oeste. El artista puso la banda sonora perfecta a una festividad de bárbaros que alzan la voz con sus gritos de guerra. Tras la actuación, los drakkars Torres de Oeste, Frederikssund y ArdglassCatoira ascendieron por el río Ulla hasta la Illa de Castrivello.
Enriquece tu experiencia
Catoira forma parte del territorio Mar de Santiago junto a las localidades de Vilanova de Arousa,Valgay Pontecesures. Se trata de un destino idóneo para visitar este verano y más si lo acompañas de experiencias como la de vivir el desembarco vikingo.
La cima del acantilado de la laguna de Pedras Miúdas o el Monte Mesón de Abalo, están llenos de molinos de viento datados a finales del S.XIX y en buen estado para visitar si pasas por Catoira. Se trata de lugares perfectos para tener la vista panorámica de la ría de Arousa y la desembocadura del Ulla. Además, la laguna de Pedras Miúdas es un espacio espectacular para pasar la tarde rodeado de naturaleza.
Las Torres de Oeste, ya citadas con anterioridad, son más que restos de fortaleza. Se trata de uno de los lugares más importantes de Galicia por su historia y significado. Dos torres de piedra levantadas en un entorno fluvial lleno de belleza paisajística.
Si todavía no conoces Catoira, es un buen momento para hacerlo. Pues también podrás desplazarte por los demás destinos que conformaron el Camino original a Compostela y conocer, así, parte de las Rías Baixas.
Catoira es, sin duda, un lugar con encanto y que vale la pena visitar. No solo por ser un símbolo de lucha, sino porque su entorno y su belleza cultural nos dejan gozar del atractivo gallego. Esperamos que el próximo año podamos revivir este día tan especial que marcamos en el calendario festivo de agosto y, por supuesto, contar con el desembarco de los vikingos catoirenses.
¿Te animarías a venir?
Foto: Concello de Catoira