Qué ver y hacer en Catoira
Las Torres de Oeste son los restos de la fortaleza conocida como “Castellum Honesti” levantada en el S. IX por el rey Alfonso III El Magno para hacer frente a los frecuentes ataques que normandos, vikingos y sarracenos realizaban a estas tierras. Sucesivamente fue ampliada hasta alcanzar, en el S XII, un tamaño imponente con una gran muralla y siete torres.
Catoira cuenta con las únicas embarcaciones vikingas que podemos encontrar en Galicia y quizá en toda España. Se trata de tres reproducciones, bastante fidedignas, basadas en navíos que se conservan en museos de Dinamarca y Noruega.
Conocida como Illa do Rato o Ínsua dos Ratos en realidad se trata de un pequeño islote rocoso situado en el río Ulla, frente a las Marismas de Catoira y muy cerca del puente de Catoira y las Torres de Oeste.
Se trata de un extenso y cuidado espacio natural en la desembocadura del Ulla que comunica el centro de Catoira con las Torres de Oeste y sigue hasta el vecino municipio de Valga, recorriendo así un tramo de la Ruta Xacobea do Mar de Arousa e Ulla.
Próximo a las Torres de Oeste y el Paseo Fluvial, se encuentra este moderno edificio firmado por el arquitecto César Portela. La planta baja alberga, además de una oficina de turismo, una amplia sala de exposiciones. El sótano incluye una sala audiovisual para la proyección de vídeos e imágenes, mientras que en la primera planta se ha instalado un área didáctica y zona de juegos.
Originalmente era una cantera que, una vez clausurada, dejó a la vista un enorme hueco que se fue rellenando con el agua de varios manantiales subterráneos, hasta dar lugar a la laguna actual.
Hay dos conjuntos de molinos de viento con unas excelentes vistas sobre la ría de Arousa y la desembocadura del Ulla.
Diego Gelmírez es uno de los personajes históricos más relevantes de la historia de la ruta Mar de Santiago.
En honor a esta relevante figura histórica se levanta una estatua en la Alameda de Catoira, construida en hierro fundido por los alumnos de la Escuela Taller Vikinga II entre 1999 y 2001.
Se trata, sin duda, de una de las más singulares fiestas que se celebran en Galicia y en la que se rememora la resistencia local a las frecuentes invasiones vikingas.
En la actualidad y organizado por el ayuntamiento de Catoira, ha trascendido por completo a la fiesta original, su elemento más significativo, para generar todo un fenómeno cultural y turístico.
OFICINA TURÍSTICA DE
Catoira