Iglesia románica de San Xulián de Requeixo

Como suele ser habitual, se levantó sobre un antiguo castro, Castro Cessuris, por mandato del Obispo Gelmírez. Las obras finalizaron en 1116 y constaba de una sola nave rectangular, de sillería y muy sobria.

A pesar de haber sufrido diversas reformas, se conserva buena parte de su origen románico como se aprecia en los doce canecillos entre los que destacan las cabezas de dos monstruos o la figura de un hombre sentado que se tapa sus partes con las manos.

Al igual que en buena parte de las iglesias rurales gallegas, el cementerio se ubica dentro del recinto del atrio.